La sustitución de
importaciones y el auge petrolero
El gobierno para impulsar
nuevamente la economía reorienta el proyecto de desarrollo nacional dando lugar
a una estrategia de industrialización a la cual se le conoce como el “modelo de
sustitución de importaciones” la cual consistía en sustituir los artículos
manufacturados de procedencia extranjera que hasta ese momento habían satisfecho
el consumo local, por artículos de la misma naturaleza fabricados por la
industria nacional.
Este modelo acelero la inversión
industrial, además de establecer un control de los precios del mercado, con
acceso al financiamiento y a las importaciones. La expansión de este modelo se
relacionó directamente con el comportamiento de la economía mundial.
Este modelo fue adoptado en los
años 40’s bajo el sexenio de Manuel Ávila Camacho, dicho modelo impulso el
crecimiento de la industria ligera productora de bienes de consumo no duradero,
lo cual se convirtió en el eje de la acumulación de capital. Es así como se
desarrolló una industrialización “auto centrada” o “hacia adentro”.
A principio de los años 70´s el
país se encontraba con un crecimiento económico moderado pero con recalcados
desequilibrios financieros internos como externos.
La imagen de la economía de
México en el exterior se fue develando al igual que la fama que había generado
el país en el extranjero donde se le reconocía como el creador y beneficiario
de “el milagro mexicano” todo esto fue desapareciendo poco a poco al darse a
conocer la situación interna del país, en donde la pobreza afectaba cada vez
más a millones de mexicanos, y en donde el desempleo y la inflación eran cada
vez más evidentes.
El beneficio económico del que
tanto se había hablado solo llego a unos cuantos mexicanos, el desarrollo
económico era ajeno a la mayoría de los mexicanos.
Esta política se siguió aplicando
durante los sexenios siguientes provocando la precipitación de una nueva crisis
económica.
EL auge petrolero
En 1980 México ocupó el sexto
lugar en el mundo en cuanto a reservas se refiere y el quinto en producción.
Para 1982 el país ocupaba el cuarto lugar en reservas y exportaba 1,500,000
barriles diarios, después de la Unión Soviética, Arabia Saudita y Estados
Unidos.
El auge petrolero de esos años
provocó que tanto el Presidente López Portillo como la gran mayoría de los
mexicanos se ilusionaran, la banca internacional se apresuró a ofrecer créditos
al gobierno, dados sus enormes recursos petroleros, La deuda externa que en
1977 era de menos de 21,000 millones de dólares, ya para 1982 alcanzaba los
76,000 millones, de los cuales el 80 % correspondía al gobierno y el 20 %
restante a la deuda privada.
Con las grandes cantidades de
dinero generadas del petróleo y del crédito se intentó un proyecto de
industrialización y modernización en cinco años.
El gasto público se desbocó; en
1978 creció en un 38 % sobre el de 77, el presupuesto de egresos se elevó en un
23 % y el de la inversión pública un 37 % sobre el año anterior; en 1980 el
gasto público volvió a crecer un 33 %, el de la inversión un 35.5 %, el destinado
al campo 100 % y al comercio un 200 %. Para 1981 los egresos del erario se
incrementaron en 55 %, los de la inversión pública un 40 %, el gasto corriente
un 55 %, y el servicio de la deuda un 36 %.
En 1979 la oferta de trabajo por
primera vez fue mayor que el aumento de la población: la masa salarial creció
en 1980 un 39 % por el mayor empleo y mejores salarios
http://www.gestiopolis.com/modelo-de-sustitucion-de-importaciones-en-mexico/
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