domingo, 28 de junio de 2015

La crisis de 1982


La crisis de 1982

El 20 de agosto de 1982, después de haber reembolsado sumas considerables en el curso de los primeros siete meses del año, el gobierno mexicano declaró que el país no estaba en condiciones de continuar los pagos, y decretó una moratoria (suspensión de pagos) de seis meses (de agosto de 1982 a enero de 1983). Le quedaba una reserva de 180 millones de dólares y debía desembolsar 300 millones el 23 de agosto. Había prevenido al FMI, a principios de ese mes, que sus reservas de divisas no llegaban más que a 180 millones de dólares. El FMI se reunió a finales de agosto con la Reserva Federal, el Tesoro de Estados Unidos, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Banco de Inglaterra. El director del FMI, Jacques de Larosière, comunicó a las autoridades mexicanas que el Fondo y el BPI estaban dispuestos a prestarles divisas con una doble condición: que el dinero se destinara a pagar a los bancos privados y que aplicaran medidas de choque de ajuste estructural. México aceptó. Devaluó drásticamente su moneda, aumentó radicalmente las tasas de interés nacionales, salvó de la quiebra a los bancos privados mexicanos nacionalizándolos y asumiendo sus deudas. Como contrapartida, confiscó los 6.000 millones de dólares que éstos tenían en caja. El presidente, José López Portillo, presentó al pueblo mexicano esta última medida como un acto nacionalista. Se cuidó muy bien de aclarar que los 6.000 millones de dólares embargados servirían principalmente para reembolsar a los bancos extranjeros.

En realidad, ¿qué fue lo que provocó la crisis mexicana? ¿Fue México el que tomó la iniciativa?

En términos generales, la explicación es clara: el aumento de las tasas de interés decidido por Washington, la reducción de los ingresos petroleros y el colosal sobreendeudamiento fueron las causas fundamentales. Los dos primeros factores constituyen choques externos, y de ellos México no era responsable. El tercer factor, el sobreendeudamiento, es el resultado de las opciones de los dirigentes mexicanos, que fueron incitados a endeudar el país con los banqueros privados y el Banco Mundial.


En resumen durante 1982, México cayó en su mayor crisis económica. En febrero, el gobierno devaluó el peso, es decir, reconoció que valía menos que otras monedas. En agosto, la situación se agravó. El gobierno se quedó sin dinero y el país suspendió el pago de su deuda externa. El presidente López Portillo decidió nacionalizar la banca. El peso volvió a devaluarse. Bajó a 70 pesos por dólar y luego a 150. El optimismo petrolero terminó convertido en pesimismo de la sociedad. En este año fue elegido el nuevo presidente, Miguel de la Madrid (1982-1988).





1 comentario:

  1. Como el éxito puede dar miedo y conllevar a resultados putrefactos como los de hoy en día, ya que esta crisis nos sigue afectando.

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